NUEVO ATEÍSMO: VIVE TU FE EN UN MUNDO HOSTIL


 

Por Raúl Esperante

A menudo el mejor testimonio en un mundo hostil que va contra tus creencias es la coherencia entre la vida que llevas y la fe que profesas.

¿Existe Dios? No, dicen los ateos. Un gran número de ellos simplemente niega la existencia de Dios, sin interferir con aquellos que creen en su existencia. Este tipo de ateísmo, conocido como el ateísmo antiguo o clásico, ha perdurado por miles de años y aún persiste en nuestra sociedad. Es un movimiento pasivo, constituido por personas que evitan cualquier forma de adherencia religiosa o adoración.

Sin embargo, en las últimas décadas, ha tomado forma un nuevo movimiento llamado el Nuevo Ateísmo;
 es mucho más activo y agresivo. Sus líderes son profesores e investigadores de renombre en prestigiosas universidades. Resaltan entre muchos Richard Dawkins, Daniel Dennet, Sam Harris, Christopher Hitchens, Jerry Coyne, quienes ostentan una experiencia académica que cubre un amplio rango de disciplinas, incluyendo historia, filosofía, biología y psicología. Algunos de los nuevos ateos son blogueros activos. A pesar de sus doctrinas radicales, han logrado gran popularidad a través de ponencias y publicaciones best seller en muchos idiomas. ¿Cuál es la meta de este nuevo movimiento ateo?

La meta del Nuevo Ateísmo

La meta principal es convencer a la gente que la religión y la fe son perjudiciales para la sociedad. Afirman que ambas envenenan la mente al confiar en algo irreal, no comprobable y anticientífico; que suprime el pensamiento crítico y es responsable de muchas de las violencias que ocurren en el mundo. Aparece como opuesto al Ateísmo Antiguo que se mostraba pasivo y no invasivo; el Nuevo Ateísmo es apasionado a la hora de argumentar. Los nuevos ateos no solamente no creen en Dios, sino que también están en contra de cualquier forma de religión o fe. No se contentan con ser meros observadores, sino que trabajan activamente en el mundo académico y en los medios de comunicación intentando persuadir a los alumnos y público en general, que creer en Dios es dañino para la sociedad. Ciertamente, los nuevos ateos van al extremo de defender la postura de que los gobiernos deberían ejercer un rol activo en prohibir la enseñanza y la práctica de la fe, inclusive en el hogar. Luchan para erradicar la religión de todas las esferas de la vida. En palabras de Gary Wolf, “los nuevos ateos… condenan no solo la creencia en Dios sino el respeto a Dios… La religión no solo está equivocada, sino que es maligna”.

De acuerdo a los nuevos ateos, la religión es mala, no solo porque genera violencia, sino también porque entorpece el progreso científico. Insisten
en que la ciencia debe ser rescatada 
de las cadenas de la religión (especialmente del cristianismo), debido a que el empeño científico requiere un fundamento puramente materialista. Argumentan que la ciencia pertenece al ateísmo, debido a que persigue el conocimiento basado en hechos e ideas comprobables, no apoyadas en fantasías imaginarias, espíritus y supersticiones.

Al escuchar semejantes afirmaciones preguntamos: ¿Es el pensamiento religioso contrario a los métodos de la ciencia? ¿La ciencia debe ser materialista para poder tener éxito? ¿Los científicos cristianos cometen errores en sus trabajos científicos a causa de sus creencias religiosas? ¿Podemos decir que el ateísmo en sí es más científico?

La respuesta a estas cuatro preguntas es “no”. La ciencia puede ser altamente exitosa sin un punto de vista materialista. Muchos de los grandes científicos del mundo occidental fueron cristianos que no solo creían
 en Jesús, sino también en la creación. Galileo Galilei, Blas Pascal, Roberto Boyle, Nicolás Steno, Isaac Newton y James Maxwell son un puñado de los cientos de nombres del pasado y del presente, que hicieron grandes contribuciones a la investigación científica sin rechazar la existencia de Dios. La idea de que la ciencia puede ser solamente llevada adelante sobre una base materialista es una imposición de los ateos, no una realidad histórica; y la idea de que la investigación científica inevitablemente conduce al ateísmo, está desvinculada de la realidad histórica. El pensamiento crítico es una habilidad inherente a todos los seres humanos, no exclusiva de los ateos. La ciencia nos pertenece a todos –religiosos o no– y no solamente a los ateos o investigadores unidos por una visión materialista del mundo.

El famoso ateo Richard Dawkins dice que las personas que leen y creen en las Escrituras “saben que están en lo cierto porque han leído la verdad en un libro sagrado y saben, por adelantado, que nada los hará apartarse de su creencia… El libro es verdad, y si la evidencia parece contradecirlo, es la evidencia que debe ser desechada, no el libro”. Dawkins en realidad está diciendo que aquellos que creen en la verdad de las Escrituras, están ciegos a otras evidencias, particularmente a la evidencia científica que puede estar en contradicción con “el libro”. Dawkins afirma una mejor posición para sí mismo, “Yo, como científico, creo… no por leer un libro sagrado sino porque he estudiado la evidencia. Es realmente un tema diferente… Como científico, soy hostil a la religión fundamentalista porque activamente corrompe la iniciativa científica; enseña a no cambiar nuestras mentes y a no querer saber cosas emocionantes que están disponibles para ser conocidas”.

La afirmación de Dawkins que la religión nos priva de conocer cosas emocionantes que están disponibles 
al conocimiento es inaceptable. Da
 la impresión que él nunca conoció a un bioquímico, ingeniero, geólogo o médico cristiano, y no desea reconocer la forma en que la ciencia se desarrolló a lo largo de varios siglos, conducida por científicos que eran cristianos comprometidos.

¿Es anticientífico el cristianismo?

¿Es realmente anticientífico el cristianismo como proclama Dawkins? Podemos brindar tres respuestas a esta declaración. Primera, todos, incluyendo los científicos y las personas con convicciones religiosas, trabajan dentro de un cierto marco de referencia fijado por sus creencias. Lo llamamos cosmovisión, y es un conjunto de postulados básicos y parámetros que la persona sostiene en relación a los orígenes, la naturaleza de las cosas, las personas y el destino. Las cosmovisiones moldean el pensamiento, las decisiones y la moralidad. Nadie funciona fuera de su propia cosmovisión. Cuando hablamos acerca de ideologías del marxismo, ateísmo, feminismo, evolucionismo, creacionismo, islamismo, hinduismo, judaísmo, adventismo, etc., estamos refiriéndonos a cosmovisiones. El naturalismo (materialismo) es la cosmovisión que sostiene que no hay nada más que materia y energía; no hay un Dios (o dioses), ni tampoco acciones sobrenaturales, y si la evidencia indica lo opuesto, necesita ser evaluada o desechada, no así la conclusión naturalista. Esta es una elección a priori, pero no una conclusión basada en evidencia científica. En este sentido, el naturalismo es más limitante a la ciencia y a la investigación científica, dado que descarta las explicaciones que están mas allá de la esfera humana, sin importar cuán plausible esa explicación pueda ser. Por ejemplo, en los últimos veinte años existe evidencia creciente de la astronomía, astrofísica
 y diferentes campos de la biología, que sugieren con vehemencia que muchas estructuras complejas en el universo físico y biológico debieron haber sido diseñadas. Pero un ateo no aceptará esa evidencia como válida, porque involucra la aceptación de un ser sobrenatural. No es una opción para el ateo, no importa lo que la evidencia pueda sugerir acerca de la idea de un Diseñador Inteligente.

Otra respuesta a la declaración de que el cristianismo es anticientífico, es que no hay un conflicto real entre la ciencia y la fe cuando ambas son practicadas de una manera que obtenga conocimiento. Como fue dicho anteriormente, miles de científicos en el mundo académico de hoy son cristianos practicantes, evidenciando así que la práctica tanto de la investigación científica rigurosa como de la fe cristiana no son mutuamente excluyentes sino que se fortalecen entre sí. La idea de un conflicto entre ciencia y religión es un invento de pensadores del siglo XIX como Thomas Huxley, John Draper y otros, que deliberadamente lo promovieron con el objetivo de derribar el poderío cultural del cristianismo en el hemisferio occidental. Sin embargo, lo que caracterizó la relación entre fe y ciencia durante la mayor parte de la historia fue la alianza y no el conflicto. Es así aún hoy en algunos medios académicos. Rodney Stark, un sociólogo de la religión argumenta: “No sólo no hay un conflicto inherente entre religión y ciencia, sino que la teología cristiana fue esencial para el surgimiento de la ciencia”.

Una tercera respuesta a la afirmación que la religión (especialmente
 el cristianismo) es peligrosa para la ciencia es el hecho de que la historia demuestra que la religión cristiana incentiva el esfuerzo científico. El sentido de admiración hacia la creación de Dios conduce a los científicos a estudiar la naturaleza en profundidad para buscar entendimiento sobre el intrincado funcionamiento de los planetas, organismos y moléculas. Muchos historiadores y científicos actualmente creen que la ciencia moderna no podría haber avanzado hasta su nivel presente si no hubiese sido por el espíritu de descubrimiento inherente al cristianismo. ¿Por qué? Porque el cristianismo presenta a un Dios racional activamente involucrado en su creación. Su creación es buena, incluso muy buena (Génesis 1:31), y por lo tanto amerita estudiarla. Además, si “los cielos cuentan la gloria de Dios y el firmamento proclama 
la obra de sus manos” como canta el salmista (Salmos 19:1), entonces el estudio de los cielos, el firmamento y la naturaleza iluminarán nuestra comprensión de Dios, su carácter, bondad y poder.

La convicción de que Dios es el Autor de la creación, y la creencia en 
la racionalidad de Dios, guiaron a muchos científicos del pasado, y lo siguen haciendo hoy, a experimentos y observaciones cuidadosas que abrieron el entendimiento de la estructura y el funcionamiento del mundo creado. Los descubrimientos en la naturaleza han llevado a los ateos a conclusiones de que el azar, largos períodos de tiempo y la selección natural, son capaces de producir cualquier cosa, mientras que el cristiano proclama que fue Dios Creador. No es que los ateos trabajan libres de todo trasfondo religioso;
 es simplemente que tienen un dios diferente para explicar el origen de las cosas.

En diálogo con los ateos

¿Cómo debe el estudiante adventista responder a los alegatos ateos de parte de profesores y compañeros? Aquí tenemos ocho sugerencias sobre cómo tratar estos asuntos y sobrellevar las burlas de los ateos.

1) No uses el ridículo. Solo porque los ateos frecuentemente utilizan el ridículo contra el cristianismo y otras religiones, no significa que podemos hacer lo mismo. En 1 Pedro 3:15, 16 dice: “Santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros; teniendo buena conciencia para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores sean avergonzados los que calumnian vuestra buena conducta en Cristo” (cursiva agregada).

Tenemos que estar preparados para explicar qué y por qué creemos, pero debemos hacerlo con respeto y amabilidad. Por lo tanto, habla con respeto. Enfatiza el hecho de que la evolución, el ateísmo, el materialismo y otras ideologías son solamente hipótesis, modelos o paradigmas que no han sido comprobados, y que otras explicaciones también son posibles. No seas dogmático o apologético, ni pierdas tu cordura. No necesitas responder con el mismo espíritu que sus atacantes.

2) Como exhorta el apóstol Pedro, debemos estar preparados para dar una explicación razonable de nuestras creencias. Si nos preguntan qué es lo que creemos, o si nuestra fe es cuestionada, debemos ser capaces de contestar coherentemente, utilizando argumentos razonables para explicar nuestras creencias. Esto conlleva preparación y estudio profundo de las Escrituras. Provee información útil; no uses evidencias débiles. Algunos cristianos genuinos creen que la Biblia debe ser comprobada como verdadera señalando evidencias como las supuestas huellas humanas junto a las huellas de dinosaurios, la ubicación del arca de Noé en el Monte Ararat, etc. Las investigaciones han demostrado que estas “pruebas” son defectuosas. Aunque nos encantaría tener evidencias tangibles, la realidad es que esto no convencería a las personas. Jesús, el Hijo de Dios, anduvo realizando milagros por tres años; muy pocos creyeron, y al final, lo mataron por realizar esas cosas. De modo que tener evidencia “científica” no es tan importante.

3) Cuida la manera en que usas tus evidencias. Evita conversaciones en las cuales presentes evidencias contrarias, a menos que sean sólidas y puedan ser sostenidas. La evidencia es de hecho, interpretación dentro de un paradigma o presuposición. Cuando los ateos te digan sus hechos, intenta encontrar las presuposiciones que subyacen en sus declaraciones. No entres en pánico cuando las aseveraciones de los profesores ateos parezcan demasiado fuertes. A menudo, lo que aparenta ser una explicación es simplemente una especulación. En tus respuestas, no uses la misma retórica. Siempre piensa lógicamente cuando tengas una conversación acerca de temas de fe y ciencia, ateísmo, evolución y orígenes. Cuando hables con ateos, pídeles que desarrollen sus argumentos con claridad. Encontrarás que es fácil para ellos realizar declaraciones de incredulidad, pero les resulta difícil explicar por
qué no creen en Dios o en la Biblia; si proveen razones para su incredulidad, lucharán para sostener sus argumentos con lógica.

Practica las técnicas de debate de Jesús: haz preguntas significativas. David Horner, profesor de Filosofía
 y Estudios Bíblicos en la Universidad Viola de California, sugiere tres tipos de preguntas que son particularmente importantes al debatir con ateos: ¿Qué quiere decir?, ¿Cómo sabe eso?, ¿Y eso qué significa? Con la primera pregunta estarás solicitando que clarifiquen los temas del debate. Con la segunda pregunta, deberán probar la verdad o racionalidad de sus declaraciones y con la tercera, les pides que validen y den relevancia a sus argumentos. Puede ser útil agregar una pregunta más: ¿Cómo mejora su ateísmo a la sociedad (o las familias, las universidades, el mundo, etc)? Pregúntales cómo podría el mundo ser mejor sin la figura de un Dios soberano que está al control y nos hace responsables de nuestras acciones.

4) Al tratar de ser lógico, evita decir que crees en Dios porque tienes fe en la Biblia. Este argumento es irracional. Suena como un razonamiento circular (una tautología) y se asocia a una fe ciega. Este no es en absoluto un concepto bíblico. Dios no espera que creamos sin evidencia y sin el uso de nuestra razón. Tus amigos y profesores no cristianos no se sentirán atraídos a acompañarte a la iglesia o
 a un estudio bíblico si piensan que 
los cristianos no utilizan sus mentes. Además, no seas reticente a considerar otras ideas, ni manifiestes que no tienes nada nuevo que aprender. Deja la puerta abierta a ideas y explicaciones que puedas aprender de otros. De otra manera ellos pensarán que te han hecho un lavado cerebral.

5) Evita tener una discusión en términos emocionales. Si asoma lo emocional, te considerarán como un ser irracional, y la gente podrá llegar
a la conclusión de que no estás usando tu intelecto o educación, y que la Biblia sería perjudicial porque entorpecería el pensamiento. Tanto como sea posible, expresa los conceptos en términos concisos, intelectuales; así también cuando hables de tus creencias. Por ejemplo, puedes decir que creer en un Dios Creador, es más razonable debido a la complejidad biológica que no puede ser explicada por fuerzas materialistas (materia y energía por sí solas, selección natural), o que la precisión del universo (que hace a nuestro mundo apto para la vida) señala a un Diseñador Supremo, o que los valores morales que gobiernan nuestra sociedad, no podrían surgir de la materia y la energía como consecuencia de la selección natural aleatoria. Usa ilustraciones. Llama su atención a la necesidad de un Creador Inteligente. Diles que en el mundo real las estructuras complejas y cargadas de información requieren un diseñador, un arquitecto, un ingeniero, etc.

6) Prepárate para enfrentar ataques al cristianismo y a tu fe debido a fracasos pasados o presentes de iglesias cristianas. Estos incluyen la persecución a Galileo, las Cruzadas 
en la Edad Media, los escándalos de abuso sexual que involucran a pastores y sacerdotes, etc. Las personas pueden aún mencionar textos bíblicos justificando la esclavitud, el genocidio y el apedreamiento de personas adúlteras. Estos argumentos están dirigidos a distraer la mente del punto principal. ¿Qué deberías responder? Además de explicar un correcto entendimiento
de estos hechos (lo cual requiere de ti preparación y estudio), debes señalar que estos argumentos no tienen nada que ver con la existencia de Dios. Son ejemplos de equivocaciones por parte de cristianos, así como existen ejemplos de equivocaciones hechas al practicar buena medicina o contabilidad. Las malas acciones no descalifican 
la veracidad de los principios de la fe cristiana. Sumado a esto, quizá podrás preguntarles: ¿Cómo muestran estos problemas dentro del cristianismo que no existe Dios?En cualquier argumento que los ateos provean, pídeles que profundicen y que fundamenten sus declaraciones; verás que la mayoría de las veces sus declaraciones son difícilmente sostenibles y sin arraigo a un razonamiento sólido.

7) Admite que no tienes una respuesta para todas las preguntas o argumentos. No te sientas obligado a brindar una respuesta instantánea. Solicita un tiempo para pensar, lo que te permitirá estudiar y orar por 
la mejor respuesta posible. El hecho que necesitas tiempo no denuncia 
una debilidad, sino lo contrario. Esto indica que consideras el tema con seriedad, que no eres un fanático ciego, y que respetas al interrogador tanto que deseas utilizar tu mente para continuar la conversación. Busca ayuda en la comunidad de fe. Trabaja con personas en quienes confías y que también creen en Dios. Ellos pueden haberse enfrentado a los mismos temas y quizá tengan una buena respuesta. Forma un grupo de estudiantes para escudriñar la Biblia y así responder preguntas controvertidas.

8) Al discutir con ateos recuerda que ellos son personas, no ideas. Trátalos como Jesús los hubiese tratado. Él vino “lleno de gracia y de verdad” (Juan 1:14), y su verdad fue enseñada con gracia, compasión, “mansedumbre y reverencia” (1 Pedro 3:15). A menudo trabajo con otros investigadores ateos, agnósticos o que simplemente no les importa Dios. No intento evangelizarlos o hacer evidente su error. Dirijo mi investigación y vivo mi vida cotidiana de tal manera que ellos vean que pueden confiar en mí como científico y como colega. En el proceso, ellos ven que yo y otros en mi equipo de investigación, somos diferentes debido a nuestro estilo de vida, lenguaje y actitudes que difieren de investigadores seculares y ateos. La demostración de un espíritu semejante al de Cristo los conducirá a preguntarse por qué somos diferentes.

La Escritura viene luego. Recuerda que además de decirnos que amemos a nuestros enemigos, Jesús nos pidió: “Orad por los que os ultrajan y os persiguen; para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos” (Mateo 5:44-45). Sin embargo en este contexto, no le digas a un ateo que orarás por él. Podrías lograr un efecto opuesto al que buscas; te puede considerar arrogante y ofensivo, y puedes estar levantando una pared de separación que impedirá continuar el diálogo en el futuro. Jesús no pidió a sus seguidores que oraran con ellos, sino por ellos. Orar con ellos o por ellos es una decisión que tienes que hacer de acuerdo con las circunstancias, pero sé sabio y no crees tensiones innecesarias.

¿Cuál es tu posición?

En conclusión, ¿dónde estás anclado?¿ En la ciencia materialista y el razonamiento o es un Dios amante que dio la vida de su Hijo para salvarnos a pesar de nuestras imperfecciones? Permite que los ateos vean que practicas la fe que profesas creer. A menudo el mejor testimonio es la fe que no proviene de las palabras, sino de manos ayudadoras y de un estilo de vida saludable. San Agustín dijo: “Predica el Evangelio en todo momento y cuando sea necesario usa palabras”.

Debemos tener confianza en que la iglesia cristiana sobrevivirá los ataques de los ateos, así como sobrevivió ataques similares a través de la historia. Jesús le dijo a Pedro que los poderes de la muerte no prevalecerían en contra de la iglesia (Mateo 16:18). Pablo dijo que ninguna fuerza, persona o entidad de ningún tipo, natural o sobrenatural, podrían separarnos jamás del amor de Dios (Romanos 8:38-39). Tenemos al Dios omnipotente de nuestro lado, y él enderezará las cosas cuando considere que sea el momento adecuado. Mientras tanto, debemos estar preparados para explicar lo que creemos, sabiendo que “nadie puede poner por fundamento otro que el que ya está puesto, el cual es Cristo Jesús”.


Raúl Esperante (PhD, Loma Linda University), es investigador científico en el Geoscience Research Institute, en Loma Linda, California, EE.UU.

 

Fuente del artículo: http://dialogue.adventist.org/es/2220/nuevo-ateismo-vive-tu-fe-en-un-mundo-hostil