TIKTAALIK: ¿OTRO «ESLABÓN PERDIDO»?
Por Timothy G. Standish
Fue Charles Darwin quien observó que “la geología decididamente no revela ninguna de tales cadenas orgánica detalladamente graduales [cadenas de variedades intermedias entre diversos grupos de organismos]; y ésta, quizás, es la objeción más obvia y más grave que se puede presentar contra mi teoría.” El término” eslabón perdido” deriva muy probablemente de esta observación. Desde una perspectiva darwinista debe haber muchos eslabones en la “cadena orgánica” que conecta todas las cosas vivas, pero su ausencia en el registro fósil hace que sean”eslabones perdidos”. Darwin atribuyó esta ausencia de formas intermedias a la imperfección en el registro fósil.
Después de casi 150 años de búsqueda diligente, el patrón evidente durante el tiempo de Darwin continúa. Cuanto más distante sea la relación entre los organismos, más eslabones debe haber entre ellos, y sin embargo pocos supuestos eslabones se han encontrado en el registro fósil. Así el entusiasmo sobre el descubrimiento de una criatura que pudo ser un eslabón entre los peces y los vertebrados terrestres — los tetrápodos — es razón de regocijo entre los promotores del Darwinismo. Recientemente, tal “eslabón perdido,” llamado Tiktaalik roseae, ha sido publicado en la literatura científica acompañado por un movimiento bien orquestado de entusiasmados informes de los medios.
Las características intermedias impresionantes Tiktaalik incluyen un cuello relativamente flexible, algunas piezas del oído, una cintura pectoral y aletas con los huesos que se asemejan de alguna manera a los encontrados en las extremidades anteriores de los tetrápodos, desde las ranas a los elefantes. Además, Tiktaalik tiene un cráneo que se asemeja superficialmente al de algunos anfibios y reptiles (ver figura en página anterior).
¿Deben los creationistas abandonar el registro bíblico de la creación y el diluvio en base a tal evidencia? Primero unas palabras de precaución acerca de las respuestas reflejas y automáticas a los nuevos descubrimientos del tipo de Tiktaalik; los dos ingredientes esenciales en la evaluación de esta clase de afirmaciones son: 1) la experiencia en el área particular dentro de la cual se está haciendo la afirmación, y 2) la examinación del material real en cuestión –en este caso el fósil. Cualquier cosa excepto esto probablemente se podría caracterizar como especulación. Ningún experto creationista ha tenido hasta ahora acceso a este fósil en particular y se aconseja precaución antes de poner demasiada confianza en las críticas hacia el fósil o su interpretación.
Con esa advertencia en mente, vale la pena observar que la historia de los eslabones perdidos es puntual en el mejor de los casos. Actualmente hay mucho debate sobre la relación entre los diversos peces Sarcopterigios y debido a esto es probable que las afirmaciones realizadas sobre este fósil lleguen a ser más controvertidas en el futuro. Ésta parece ser una tendencia común en lo que respecta a los supuestos eslabones perdidos; con frecuencia ciertos desafíos son propuestos tanto por creationistas como por otros.
Asumiendo que este espécimen es todo lo que se ha dicho que es, presenta una prueba interesante de la tendencia que claramente se observa hoy, aun más clara de lo que fue durante el tiempo de Darwin. Las variedades intermedias siguen siendo raras cuando deberían ser abundantes. Esto es lo que hace estos infrecuentes hallazgos sean tan noticiados. Si el registro fósil es realmente imperfecto, parece ser imperfecto de una manera notable hacia la no fosilización de los eslabones intermedios. En el caso de los peces, es increíble que apenas una clase de peces se desarrollara sobre tierra y solamente en el Devónico Superior. ¿Por qué no hay intermedios entre peces y tetrápodos terrestres en las rocas del Mesozoico y el Cenozoico? Desde la formación de las rocas devónicas en las cuales se encuentra Tiktaalik supuestamente han pasado centenares de millones de años sin más evolución de peces hacia la tierra seca. La evolución de los peces a los tetrápodos parece bastante caprichosa, más bien que razonable. Es también interesante que poco se dice de esos peces actuales que exhiben rasgos similares a los encontrados en vertebrados terrestres. Por ejemplo el pez de Sargaso tiene aletas como manos y los peces que caminan sobre el barro se adaptan bien a la vida tanto dentro como fuera del agua.
En última instancia, mientras que los Darwinistas se aferran a los fósiles extremadamente anormales que parecen ser las excepciones que prueban la regla en cuanto a la rareza de las variedades intermedias, los creacionistas pueden aceptar la enorme variedad de criaturas que demuestran poco o nada de cambio desde el pasado antiguo al presente. Esto incluiría irónicamente el pez celacanto, que se piensa que pertenece al mismo grupo que Tiktaalik. Estos notables peces de aletas lobuladas se encuentran en antiguas rocas del Cretacico y no vuelven a aparecer en las rocas depositadas encima, pero se encuentran en la actualidad nadando felizmente alrededor de las islas Comoro y Sulawesi. Hasta la fecha ninguno lo ha descubierto desarrollando habilidades para caminar en el fondo marino o arrastrándose sobre las playas.
Timothy G. Standish (Ph. D., George Mason University) es científico y trabaja en el Instituto de Investigaciones en Geociencia, Loma Linda, California, EE.UU.
Fuente del artículo: http://grisda.org/espanol/ciencia-de-los-origenes/ciencia-2005-2009/ciencia-de-los-origenes-pri-2006-%E2%84%96-71/tiktaalik-otro-eslabon-perdido